Los inmortales nunca pasarán
Apolinar Barrios, el legendario “Polo” dejó de existir físicamente. La muerte lo sorprendió camino a los 100 años de vida próspera, digna y de un buen humano.
Qué tristeza nos embarga a todos, Polo -el hombre de las anécdotas increíbles y las mentiras dichas con cara de gente seria- se despidió para siempre de nosotros.
Antes de cada juego en el estadio Capitán San Luis reunía centenares de admiradores, habidos de escuchar ¿cuál será la nueva que trae hoy Apolinar?
Ni en los momentos más tristes, ocultó la sonrisa, fue dueño de un carisma único que lo convirtió en ídolo del pueblo, hasta el adiós de su partida. El negrón cultivó con amor la simpatía de grandes y chicos.
Ese estadio que hoy tenemos, lo ayudó a construir con sus manos callosas. A la postre, resultó templo de su propia historia.
Polo fue amigo del Capitán San Luis, lo admiró como al más allegado de sus hijos. Siempre que habló del Guerrillero, no pudo evitar que los ojos se le humedecieran.
¡Hasta siempre!, al fundador del INDER, al hombre que más le supo al terreno de juego de nuestro estadio. Esta muerte no es cierta, porque los inmortales perduran, como los ríos, los montes y los héroes.
También lo puede leer en la siguiente dirección electrónica...http://www.rguama.icrt.cu/index.php…
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