Juegos de Guadalajara: Cuba no dejó dudas
La actuación de Cuba en los Juegos Panamericanos de Guadalajara, México, tiene su epicentro exitoso en el esfuerzo realizado por atletas y entrenadores, durante una etapa pre-competitiva con diseño estructural, sin margen al error.
Delinear bien los objetivos, saber que nos proponíamos y como podíamos lograrlo, acondicionó el teatro de operaciones para echar andar la maquinaria, que no paro hasta los 58 títulos y la ratificación del segundo lugar por países.
En Río de Janeiro-2007 (cuatro años antes), Estados Unidos de Norteamérica fue primero, y Cuba, segundo tras recia porfía frente a Brasil, que terminó con cinco presea de oro menos, que la Isla del Caribe.
Los escenarios competitivos en el estado de Jalisco significaban reto para los deportistas cubanos, acostumbrados a pelear en ocurrencias adversas, olvidando el que dirán y poniendo los pies siempre sobre la tierra.
Si alguien no cree en ti, nunca no lo tomes a mal, cada cual decide en quien creer. Así de sencillo tomaron el asunto los muchachos del verde caimán.
Respetando la diversidad de criterios, muestro comprensión ante un pronóstico que nunca compartí, pero que tenía basamentos fuertes. Nadie lo ponga en duda, Brasil viajó a Guadalajara, en busca del segundo lugar por países.
El gigante sudamericano probó fuerzas en sus predios (año 2007) y creyó posible hacer realidad el sueño, pero la respuesta antillana en tierra azteca fue contundente, separándose por 10 títulos de 200 millones de habitantes y un país, que marca pautas en el continente.
Durante todos estos años de luchas y victorias, aprendimos esta lección: ante la palabra rendición, sonríe, pero a carcajadas convencido jamás actuaremos así: ah, si en el fragor del combate se escucha, no se puede, has lo siguiente: a palabras necias oídos sordos.
Nadie conoce más que tú, la fuerza interior que carga el corazón.
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