Peloteros pinareños cargan en hombros la Virgen del Cobre
Cuando este domingo 30 de octubre observé el estadio Capitán San Luis, totalmente abarrotado de público, remonte nuestra imaginación en los play off de la 50 Serie Nacional de Béisbol, que no pasarán jamás.
Desde allá lejos, gracias a los prismáticos, presté atención a seis peloteros que vestían uniformes de color verde, amarrillo y blanco. Los mismos que usaron para convertirse en héroes durante la última contienda, ganada por Pinar del Río.
Norlis Concepción, Julio Alfredo Martínez, Reinier León, Donald Duarte, William Saavedra y Luis Alberto Valdés, fueron los convocados.
Ellos, cargarían en hombros la Caridad del Cobre (su efigie), homenajeada en celebración inédita por miles de vueltabajeros, que aplaudieron, portaron banderas cubanas y entonaron las notas gloriosas del himno nacional y el de Pinar del Río.
Fue todo espectacular, la misma virgencita que ocupa tronos en muchos hogares de la Isla, bajo cuyo manto de ensueños las madres cobijan a sus hijos, esa que escoltada de palmeras ganó batallas por la libertad en la manigua redentora, sumó una gloria más al legendario parque beisbolero.
Una morena de ojos humedecidos de emoción, nos comentó mientras la vistosa imagen de la Patrona de Cuba, era colocada sobre el sitial escogido, en el terreno de juego: “Ser devoto a la Virgen, era ser partidario de los mambises.”
Más adelante la señora vuelve a la carga: “¿Sabes cómo se hizo nuestra bandera?
Carlos Manuel de Céspedes, un poco apurado tomó su muceta de abogado que era roja, el vestido de la esposa de color blanco y un pedazo del manto azul de la Virgen. Así de sencillo se confeccionó, para después flotar en el humo de la pólvora.”
Mucho puede escribirse sobre este feliz acontecimiento, matizado por la disciplina y la fe que caracteriza al pueblo cubano, hijo de raíces culturales, religiosas e históricas, cada vez más parecidas a las causas aparentemente perdidas, que con toda justeza defiende la humanidad.
Bravo por el deporte y por nuestra gente también.
¡Hermoso homenaje a la Virgen del Cobre!
0 comentarios