Copa Mundial: el istmo será testigo

 

A Cuba, nadie puede hacerle historias sobre copas mundiales de béisbol, pues tiene una fecunda participación  desde la primera y hasta la que comenzó en Panamá, el pasado fin de semana, que significa la versión  XXXIX.

Estados Unidos, encarnizado rival de siempre,  ganó en las últimas contiendas,  2007 y 2009,  frenando dos  intentos del conjunto isleño por ceñirse el vigésimo sexto título. Todo parece indicar llegó la hora del desquite, y el istmo será testigo.

Hurgando aquí y allá, impulsado por la necesidad de buscar  elementos precisos para redactar este artículo, encontré  componentes reveladores de una historia.

 

En 1984  las novenas antillanas comenzaron una racha triunfal  en copas mundiales, que terminó con mitos, hizo pedazos leyendas y acaparó codiciados cintillos de diferentes  medios comunicativos, especializados en béisbol.

La hazaña terminó en el año 2005,  tras nueve éxitos orbitales.  Fue casi una década de dominio ininterrumpido. A  decir verdad  el equipo Cuba no tenia rival entonces  y  ocupó sitiales, donde todavía permanece, sonriendo al implacable paso del tiempo.

Hay otros dos momentos que vale desempolvar, como justo homenaje a los actores de esas épocas.  El  primero entre 1939 y 1943, y el  segundo,  entre 1969 y 1973, en cada caso las rachas triunfales llegaron a cinco campeonatos.

 

Nuestra pequeña Isla es  símbolo del béisbol mundial, que emergió victorioso desde la misma manigua redentora, con un sello mambí, rebelde y emancipador. Ellos (los mambises) fueron de los primeros en practicarlo. 

¿Quién nos frena en este deporte? Recordemos en 1998 aparecieron en algunos equipos jugadores rentados, pero los multicampeones no se amilanaron, y de esa fecha para acá, suman cuatro títulos y dos subtítulos. 

 Ya comenzó la batalla de Panamá, no hay susto para Cuba.