Mijaín López: un tiburón en tierra firme
En Río de Janeiro 2007, lo observé convertirse en rey del continente, dejando atrás difíciles escollos encumbrados en la élite del planeta.
Los más destacados del deporte en Cuba en 2010
En esos Juegos Panamericanos, se creció como solo grandes y portentos saben hacerlo, convencido que la medalla de oro, le pertenecía por un derecho bien ganado.
Un año después el combativo gladiador del estilo greco, llegó al podio olímpico para ser número uno. En Pekín 2008 convenció a escépticos; su maestría deportiva, depurada técnica e impresionante fuerza, llegaron al gigante asiático en punto de caramelo.
En China tuve la suerte de verlo vencedor y minutos después estrechar su mano, por cierto la misma que usó para levantar una presea de oro, que también besó entre estruendosos aplausos.
Desde hace rato el afamado cuatro veces campeón mundial y una monarca estival, es noticia por coraje, dignidad y condiciones.
Este lunes en Ciego de Ávila, se agenció su sexto título en lides nacionales. Recordemos ganó en los años 2001 y 2002, se ausentó en el 2010 por lesión, y antes se impuso del 2007 al 2009.
Mijaín, es un verdadero tiburón en tierra firme, difícil de batir sobre el tatami, y muy viable de comprender como ser humano.
Su fecunda obra deportiva se fertiliza con dos títulos en Juegos Panamericanos, y uno per cápita en Copas del Mundo y competencias orbitales universitarias.
Escogido atleta del año en Cuba cinco veces (del 2005-2010), este virtuoso honra el deporte.
Mijaín, para ser recordado no necesitará nunca de la bondad del Sol, que muriendo cada tarde, renace más bello cada mañana, pues hombres como él, perpetúan siempre el olimpo de la existencia humana.
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