Tres canastas y una historia

Fue un partido memorable. Solo 57 segundos nos separaban del pitazo final, Matanzas, vencía 96 puntos por 91, en choque de baloncesto, correspondiente a la liga superior, rama masculina.

Todo fue con absoluta precisión, únicamente así podía ser, el intrépido Lázaro Sánchez, disertó en el segmento conclusivo.

Parecía increíble,  fueron tres canastas para la historia, capaces  de originar un triunfo de 97-96, que dio riendas sueltas a las emociones en la sala 19 de Noviembre. Los minutos vividos no pasarán, sus verdaderos protagonistas, los mantendrán vivos, porque lo bueno no pasa.

Otro jugador local, el sensacional Ruslan Díaz, fue cargado en hombros, que como podios de acero movilizaron con facilidad, entre alegrías y emociones, al gran ídolo anfitrión, incluido con sobrados méritos,  entre los mejores de Cuba.

Lo merecía Ruslan, aquellos aficionados que lo mantuvieron en alto, hicieron justicia. Anotó 32 puntos, no disminuyó un minuto, jugó a full los cuatro cuartos, sin que faltaran fuerzas al corazón en las circunstancias más comprometidas.

Párrafo aparte dedico a Alex Yemont, nos regaló lo mejor de su depurado arte, con 28 cartones contrarios digno del exclusivo magisterio, que cultiva y sitúa, entre las más rutilantes estrellas del básquet nacional. Es un verdadero fuera de serie, encesta y gana balones, con magia  singular.

Rico sabor dejó en la afición pinareña este comienzo en la Liga Superior, pues en la fecha de apertura su quinteto también venció, 111 por 100, al mismo rival.

No hay tranquilidad y paz para las emociones, cuando de amor se rebosa el sentimiento. Si dudas,  sobre lo anterior, por favor, pregúntale a yumurinos y pinareños.