Juegos Escolares: feliz iniciativa de Fidel

Faltan pocas horas para concluir la versión número 45 de los Juegos Escolares Nacionales, sin dudas uno de los éxitos más sonados e importantes de la Revolución, surgido de la iniciativa y vista previsora del Comandante en Jefe.

Esta gran Olimpiada salpico de alegría la familia del deporte cubano,  el 2 de Agosto de 1963, unos años después de llegar triunfal a La Habana, Fidel y  sus compañeros, prestos a construir una nueva sociedad, con  igualdad de derechos y libertades.

El Centro Deportivo Eduardo Saborit, fue sede de la histórica jornada inaugural, presidida por nuestro máximo líder  y muchos jóvenes, integrantes entonces de la dirección de un país,  que tiempos futuros mostrarían al mundo, como verdadero ejemplo de heroísmo y dignidad.

"...Hay que fundir la condición de buen estudiante a la de buen atleta y la condición de buen atleta y de buen estudiante, a la condición de buen revolucionario..."
Palabras de Fidel, incluidas en  su vibrante discurso que dejó la escena lista para comenzar los primeros Juegos, cuyo hermoso legado se hace hoy más firme que nunca, en la formación de los nuevos campeones del deporte.
De aquel 2 de Agosto de 1963, recordamos muchas cosas, las que nada ni nadie borraran de los anales de la historia. Fueron 3 mil 478 estudiantes atletas, procedentes de seis provincias, Pinar del Río,  La Habana, Matanzas, Las Villas, Camaguey y Oriente (antigua división política-administrativa del  país).
El Comité Organizador incluyó como un séptimo territorio, la amplia comitiva del incipiente Plan de Becas, donde figuraron jóvenes de toda la nación, sin importar color de la piel o procedencia social.
Las disciplinas en concurso  fueron estas, Ajedrez, Atletismo, Baloncesto, Béisbol, Fútbol, Gimnástica, Natación y Voleibol. Se  realizaron en dos categorías escolares (menores de 13 años y menores de 16 años).

Dedicamos este comentario a  homenajear los  iniciadores de estas olimpiadas escolares, también a los primeros campeones y de manera muy especial, al compañero Fidel, cuyo ejemplo personal y humano, fertilizó la iniciativa de hacer del deporte, un verdadero derecho del pueblo.