USA: manos ensangrentadas y vecino indiferente
El trapero golpe de Estado que derrocó al presidente de Honduras, Manuel Zelaya, sirve para mostrar la poca influencia que a todas luces parecen tener los millones de dólares invertidos por Estados Unidos, en materia de asistencia y cooperación militar, en ese país centroamericano.
Muchos especialistas afirman que Washington tiene pocas maneras directas de ejercer presión sobre los mercenarios armados, que subieron al presidente a un avión y lo sacaron por la fuerza, violando todos los derechos constitucionales.
Fue un verdadero salvajismo de la cúpula militar y los legisladores que aprobaron, este vandálico y bochornoso acto.
A lo largo de una conflictiva relación con América latina, Estados Unidos, fue un agente de poder de manos ensangrentadas, durante los golpes del pasado, y ahora se presenta como un vecino indiferente. Si malo es lo primero, malo es también lo segundo.
El presidente Obama alertó que no se debe regresar al "oscuro pasado" de golpes e inestabilidad en Latinoamérica, pero se ha movido con cautela y mucho más lentamente que algunos países aliados. El imperio del norte se distanció del gobierno provisional hondureño, que considera ilegíto, pero………….
A pesar de los pedidos de Estados Unidos, Naciones Unidas y la Organización de Estados Americanos de que Zelaya sea restaurado, el gobierno de Obama no ha suspendido los cerca de 45 millones de dólares anuales de asistencia y prerrogativas comerciales a los golpistas.
Una de las pocas medidas que la Casa Blanca tomó esta semana, la suspensión de entrenamientos conjuntos y operaciones antidrogas con las fuerzas armadas hondureñas, puede traer complicaciones debido a que Estados Unidos necesita a Honduras, como base y como socio en Latinoamérica.
Barak Obama espera que el peso de la condena internacional y la amenaza de aislamiento económico aceleren un acuerdo político que devuelva a Zelaya al poder. Mientras tanto, deja que las organizaciones internacionales y los gobiernos latinoamericanos, decidan el juego.
La nación norteamericana ha hecho acrobacias para no definir el derrocamiento de Zelaya como un "golpe militar", porque esa designación obliga a cancelar algunos programas de asistencia de manera automática.
El golpe pareció sacado de los años 70 u 80, con comandantes entrenados en Estados Unidos y soldados con rifles M-16, al parecer estadounidenses.
El Pentágono suspendió en forma temporal la cooperación militar con Honduras, pero tiene más de 500 efectivos en una base aérea en ese país, en la que ha invertido grandes cantidades de dinero, y no podría cortar los lazos militares tras décadas de colaboración.
En años pasados, el país centroamericano actuó como un porta avión, desde donde se lanzaron misiones contra los sandinistas nicaragüenses en los 80 y se realizaron importantes operaciones militares contra la región.
El presidente Manuel Zelaya y su gobierno, han originado un importante cambio en tal sentido, prestigiando la nación.
"Estados Unidos tiene en Honduras una historia que es probablemente la más negativa y bochornosa, que el mundo recuerde, esa es una gran verdad.
0 comentarios