Un equipo que no es de nombres, es de hombres

Ganar 11 juegos en 12 salidas al terreno es una tarea complicada, pero no imposible, y si alguien lo duda por favor, que se entreviste con Pedro Luis Lazo y sus muchachos.

Nadie lo vaticinó, pero el día a día de la 57 Serie Nacional, tras los primeros cuatro enfrentamientos particulares, ha mostrado cuanto puede lograrse con amor.

Este conjunto vueltabajero está lejos de ser aquel fabuloso que bajo las órdenes de José Miguel Pineda, concretó el primer triunfo de la provincia en la pelota grande.

Ese acontecimiento inolvidable (1978), fue punto de partida de una extensa cadena de éxitos. ¡Qué vegueros aquellos, jamás  pasarán sus memorias!

Después comenzaron a eslabonarse victorias en Series Selectivas, que nos ratificaron en la élite beisbolera del país. La década de los 80 fue prodigiosa, de la mano de Pineda y Jorge Fuentes Fleitas.

Después, y más cercano en el tiempo, se sumaron los extraordinarios triunfos de Alfonso Urquiola Crespo.

Es cierto, el Pinar del Río de hoy no es el mismo pero que bravura, entrega y combatividad nos ofrecen estos muchachos de Lazo. La afición siente orgullo de ellos, de sus hombradas y victorias. Nuestro equipo no es de nombres, es de hombres que lo dan todo en el terreno.

Como solo saben hacer los grandes quijotes, se fusionó la sangre joven y los más veteranos, y ahí está el conjunto verde despertando la admiración del país.

Seguir escribiendo páginas de gloria, es la única opción para un buen guerrero.