IV Clásico Mundial de Béisbol: Cuba ante revisiones profundas (I)

¿Qué opinas sobre la actuación cubana en el IV Clásico Mundial de Béisbol? Esa fue la pregunta que medio en broma y medio en serio, me formuló en días pasados el Licenciado José S. Morejón Morejón, traductor del Sitio Web de Radio Guamá y pelotero furibundo.

Para responder, esperé pacientemente que transcurrieran los días, quise alejarme en el tiempo del penoso revés frente a Holanda 14-1, para con los metales frescos organizar estas ideas, que hoy ven la luz.

Con respecto al fracaso frente a los tulipanes, que significó el último desenlace de los caribeños en la cita, les comento. Desde los Juegos Olímpicos de Sídney 2000, la armada antillana archiva seis fracasos, con solo dos triunfos, ante los europeos; hace rato nos cogieron el lado de montar.

El manager Carlos Martí y sus muchachos finalizaron el clásico con par de éxitos y cuatro reveses, dos de ellos ante Japón; por cierto antes de subir a la escalerilla del avión, entre líneas se podía leer: esos partidos los damos por perdidos.

Lo anterior era incómodo para los aficionados cubanos, no era bonito salir con el rabo entre las patas contra los nipones. Al final se mostró que los desafíos fueron peleados y que podíamos vencerlos, pero el picheo no fue bien empleado.

Lázaro Blanco, la mejor carta en el staff reservado para trabajar ante Australia, no ganó un partido. En general, fue pésima la rotación de los lanzadores, de eso se percata un niño de pre- escolar.

No soporto que digan se cumplió el objetivo, avanzamos a la segunda fase. Lo anterior refleja conformismo y deja de estar a tono con la opinión del respetable. No somos pocos los que consideramos un paso más se pudo dar.

Este es el primer capítulo sobre el tema. El próximo jueves vendrá el segundo y último, espero no se lo pierdan.