A Río de Janeiro con amor y cubanía

Los Juegos Olímpicos de Rio de Janeiro, Brasil, el próximo mes, son el reto mayor del movimiento deportivo cubano que no tuvo un buen desempeño en las citas estivales de Beijing 2008 y Londres 2012, como muchos  recordarán.

En el gigante asiático el descenso fue estrepitoso; lugar 28 en el medallero, con solo dos medallas de oro, 11 de plata e igual número de bronce. Cuatro años después en tierras británicas, fueron cinco títulos, tres subtítulos y seis terceros lugares, validos para un puesto 16.

No hay dudas, en la capital londinense se originó una reacción que pudiera tener su continuidad en Rio 2016, aunque a decir verdad, la tarea se presenta difícil para atletas y equipos de Cuba como también para el resto de los participantes en los juegos.

¿Qué suerte correrá la Isla del Caribe en tierra sudamericana?

Pensamos que es posible mantener el escaño 16; mejorarlo es una posibilidad real que depende de muchos factores, objetivos y subjetivos. Una medalla olímpica se pierde o se gana por un pequeño desliz o una hombrada inesperada.

A Rio de Janeiro vamos en mejores condiciones que en celebraciones olímpicas anteriores, serán 120 atletas en 18 deportes. Estableciendo un estado comparativo con Londres, ahora sumamos cuatro deportes más y 10 competidores.

Aunque pueden surgir sorpresas, como siempre pasa, en atletismo, boxeo, lucha y judo, palpitan nuestras mayores esperanzas. Por cierto, el pugilismo cubano logró clasificar 10 hombres, uno por cada división; lo de estos muchachos es una hipótesis demostrada en eventos múltiples, por eso creo en ellos.

Faltan pocos días para la arrancada, las competencias olímpicas reunirán los atletas más destacados del planeta; insisto, ganar una medalla de cualquier color será guerra sin cuartel. No obstante todo lo anterior, en Rio 2016, esperamos un buen resultado.

A Río de Janeiro con amor y cubanía.