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VIDA, AMOR Y DEPORTE

Chico Rodríguez, el ecuatoriano que conquistó el corazón de Cuba

Chico Rodríguez, el ecuatoriano que conquistó el corazón de Cuba

Chico Rodríguez, el ecuatoriano que conquistó el corazón de Cuba

Es un verdadero pasaje a lo desconocido la descripción que haré seguidamente, sobre un alumno emblemático que tuvo nuestra Universidad del Deporte Nancy Uranga Romagoza, de la occidental provincia cubana de Pinar del Río.

Ecuatoriano de nacimiento, con raíces ancestrales de Panamá, pero su corazón de cera y miel, hace que nosotros lo veamos como un cubano más.

Entre nosotros en la Isla, lo distinguió  su talento, humildad y sencillez. También una sonrisa indiscreta, capaz de revelar secretos que la persona no puede guardar, sin que la conducta los declare.

Antonio Rodríguez Vargas, para compañeros de estudios, amigos y personas allegadas, lo identificó siempre el seudónimo de “El Chico”, paradójicamente a su estatura  y grandeza   humana.

Este comentarista recuerda como rompió esquemas en la actividad física  nacional. Aun guardamos en vitrinas sus uniformes de atleta.

El Instituto Nacional de Deportes Educación Física y Recreación  (INDER) estableció disposiciones únicas para permitirle  integrar equipos élites de voleibol (sala y playa). ¡Con cuanto amor defendió las camisetas  pinareña y cubana!

En el voli fue espectacular, cada remate del “Chico” perforaba el bloqueo, sencillo, doble o tripe del contrario. No importa por la zona que lo hiciera, nadie lo detenía.

Cuentan sus profesores universitarios, fue también beisbolista, excursionista y artista aficionado. Tras culminar su carrera regresó a la patria ecuatoriana. Aquí dejó recuerdos gratos, imborrables y un espacio difícil de cubrir.

El  Dr. Antonio Rodríguez Vargas, en materia deportiva ostenta hoy la calificación científica más elevada. Además,  integra un contingente de egresados de la “Nancy Uranga”, que ya totaliza miles de jóvenes procedentes de 43 nacionalidades.

A decir verdad, nadie como él  llegó para quedarse en los corazones cubanos. Con el “Chico” aprendimos “No es más grande el que más espacio ocupa, es más grande el que más vacío deja tras su partida”.

Felicidades por todo lo nuevo y grande que has edificado. Cuba respira sano orgullo de ti.

 

 

 

 

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