Tony Oliva: grandeza y estirpe del béisbol cubano
El cubano Tony Oliva, desde hace cinco décadas, es una leyenda dentro de la pelota profesional de los Estados Unidos. De origen campesino y humilde, saltó de su natal Consolación del Sur, en Pinar del Río-Cuba, hasta tocar el cielo con las manos en la gran carpa.
Con 22 años, arribó al país del norte. Su inclusión en los Mellizos de Minnesota, es una larga historia, que hizo cambiar el curso hasta de la propia organización beisbolera.
En 1964 fue su primera campaña en las mayores. Participó en todos los partidos del equipo, bateo 323 con 32 jonrones y 94 remolcadas. Fue escogido -Novato del Año- en la Liga Americana, primer cubano y tercer latino que lo logra.
Seleccionado a los Juegos de Estrellas en sus primeras ocho temporadas, ganador de un Guante de Oro, tres liderazgos de bateo, cinco en hits y un titulo en la Liga Americana del año 1965.
Tras su retiro en 1976, por lesiones en sus rodillas, pasó a ser entrenador. Desde entonces se mantiene ligado al club que lo eligió como miembro de su Salón de la Fama en el 2000, los Mellizos de Minnesota.
Tony Oliva, es raíz autentica de la grandeza y estirpe del béisbol cubano.
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