Un día como hoy nació Teófilo Stevenson
La desaparición física de Teófilo Stevenson, hace nueve meses, significó duro golpe para el movimiento deportivo cubano y del mundo. El triple campeón estival lo recuerdo con especial cariño, pues en reiteradas oportunidades describí sus combates y lo presencié vencedor.
Por ejemplo, en las Olimpiadas de Moscú -1980, Teo me llenó de alegría, tras derrotar en la final por el título al anfitrión Pior Zaef. En esa fiesta deportiva (era yo muy joven) el trabajo de cobertura lo compartí con el genial Bobby Salamanca. Fue la experiencia más grande de mi vida.
Al genio de los narradores iberoamericanos se le ocurrió que yo fuera, el relator de cada pelea del también multicampeón orbital, me dijo así:
”Benjamin, cuantas veces venga Teófilo, usted será su narrador”- en principio le hice resistencia, después acepté, era una decisión que no tenia marcha atrás.
Varios años transcurrieron para coincidir otra vez en la arena internacional con Stevenson, fue en el evento mundial boxístico de Los Ángeles, Estados Unidos-1984. Allí se alzó con toda la gloria, era un hombre imbatible entre las 12 cuerdas.
Nos volvimos a encontrar tras el evento orbital de Houston-1999 y en su visita a Ecuador de octubre-2008, en esta última, junto al campeón olímpico cubano de Levantamiento de Pesas, Daniel Núñez.
Muchas cosas distinguieron a Pirolo (seudónimo que lo identifico), entre ellas su modestia, sencillez y juego limpio. También su actitud de especial apego al pueblo que lo convirtió en su ídolo. Otro detalle, nunca, jamás, hizo leña del árbol derribado por sus puños.
Teófilo fue tan grande como el cielo, la tierra o el mar. Un día como hoy su madre parió varón. Este 29 de marzo estaría cumpliendo 61 años, aunque a decir verdad, el gigante tunero sigue vivo y entre nosotros.
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