Pedrosito: tuvo estrellas sobre su cabeza
Este domingo temprano conocí la ingrata reseña. Victima de un lamentable accidente de transito perdió su vida el lanzador, Yadier Pedroso, integrante del equipo cubano al III Clásico Mundial de Béisbol.
La noche del 15 de marzo fue aciaga para este talentoso derecho de solo 26 años. El vehiculo ligero donde viaja junto a otras dos personas (todas fallecidas), se impacto contra un transporte de carga, muy próximo a su ciudad natal, Artemisa.
Ante la conmovedora noticia reaccioné con tristeza para dar paso a unas retrospectivas cercanas. Disfrute de las memorias del pelotero íntegro, pieza clave en el entonces equipo Habana, ganador de la Serie 48 y un Subcampeonato Mundial.
Después me alejé en el tiempo. En el año 2003, viví una gran experiencia junto a este talentoso serpentinero, fue durante el Panamericano Juvenil de Béisbol efectuado en Curazao, Antillas Holandesas. Allí lo observé ejemplar, dentro y fuera del terreno, con estrellas sobre su cabeza.
En esa importante lid ganada por Cuba, participó en varios desafíos casi siempre como relevista, mostrando recursos, validos para imponerse frente a conjuntos de respetables bateadores.
La celebración continental me permitió conocer el amor de Pedrosito, más allá de los terrenos. Tras ganar un partido memorable lo entrevisté para Radio Rebelde. Con lágrimas en los ojos me habló de la familia y de su patria.
El movimiento deportivo cubano siente la partida del atleta, convencido su estirpe pertenece a una generación de jóvenes, que todos pueden refrendar como se forjó el acero.
En un desenlace no esperado, se fue uno de los héroes indiscutibles del triunfo cubano, en el Panamericano de béisbol de Curazao-2003.
Hasta siempre Pedrosito.
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