Tatin, tú torno se escucha lejos
Cuando observé frente a un pequeño torno rústico a Gregorio Pérez Márquez, entendí mejor porque el alma no puede guardar secretos, sin que la conducta los revele.
Trabajador de la industria deportiva pinareña, de hablar pausado y sonrisa entrecortada, conocido en su natal Consolación del Sur, por el seudónimo de Tatín, nombre que identifica también sus bates, registrados por la Federación Cubana de Béisbol.
Sus obras muchas veces se pierden en el silencio, por responsabilidad de nosotros, que vemos como algo rutinario la grandiosidad de la persona más cercana. Grave y caprichoso error.
Contigo aprendí Tatín, no es más grande el que más espacio ocupa, es más grande el que más compromiso muestra por su tarea.
Empínate camarada, llega al punto más elevado del picacho, y después mira atrás, sin perder el horizonte futurista que te espera.
Desempolvando a los que piden poco y hacen mucho, a los que llevan consigo manos callosas y amor por la Patria, despedimos el 2011 y con optimismo damos la bienvenida al nuevo 2012.
Gregorio Pérez Márquez, es un grito de viva y de victoria, que no por modesto, deja de escucharse lejos.
Tatín, tú torno se escucha lejos
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