Crimen de Barbados: el dolor se multiplica
6 de octubre de 1976. Fecha mortalmente herida en el recuerdo de nuestro pueblo, por el derribo en las costas de Barbados de un avión de Cubana, en pleno vuelo.
Pero nuestros hermanos no están ni olvidados ni muertos, viven hoy en nuestros días y sus cantos, surgidos con el amor de millones de compatriotas.
33 años nos separan del Crimen de Barbados, donde 73 personas inocentes se despidieron para siempre, sin el minuto necesario para decir adiós.
Estaban entre ellos los campeones juveniles de esgrima de la Isla, ganadores de todas las medallas doradas puestas en disputa en la lid internacional celebrada en Caracas.
La voladura de un avión comercial de Cubana por mercenarios asalariados del Imperio, no tiene precedente en la historia.
Con este monstruoso crimen, una vez más Estados Unidos y la CIA se despojan de sus mascarillas, que desde tiempos atrás les resultan difíciles de sostener.
¿Dónde están los protagonistas del acto terrorista?
En las calles de Estados Unidos, con total libertad sobre la impune indiferencia de sus amos de siempre.
Orlando Bosch y Luís Posada Carriles, asesinos confesos, prófugos de la Ley, autores intelectuales del sabotaje conocido mundialmente como Crimen de Barbados.
¿Pusieron la bomba y qué? ¡Coño! y no pasa nada: Bosch y Posada, ustedes sí son campeones olímpicos del cinismo y la inmoralidad.
Nuestro movimiento deportivo y el pueblo de Cuba, solicita al mundo que caiga el peso de la justicia sobre los autores del vandálico acto.
Este 6 de octubre de 2009, a 33 años del holocausto reclamamos libertad para los Cinco. Fernando, Gerardo, Ramón, René y Antonio, presos desde 1998 en cárceles de Estados Unidos por combatir el terrorismo.
¡Hasta dónde llega la sed de venganza enemiga! Es hora de terminar con la impunidad, la hipocresía y los dobles raseros.
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