Sub–23 de Béisbol: Matamos la gallina de los huevos de oro

El tema relacionado con el próximo Campeonato Nacional de Béisbol Sub-23, transita por la decepción y el desenfado; realmente es trago de mal gusto que se traduce en agónica pesadilla para la familia de nuestro primer pasatiempo, que arrastra la pasión de millones de cubanos.

  Desde hace rato los directivos del referido deporte en el país, le están metiendo el coco al asunto, no dudo que por sus cabezas pasó hasta la posibilidad de sacar el evento del  calendario competitivo anual, lo que sería un soberbio error que lacera aún más la maquinaria beisbolera nacional.

Al final de esta tormentosa historia hay que decir, sin pelos en la lengua, que el calendario del Sub- 23  fue desmochado hasta más no poder, dejándolo en un mes de duración  y una cifra ridícula de partidos por equipos. Se impone llamar las cosas por su nombre, eso y nada más.

Analizando en profundidad el tema, no sé hasta qué punto es mejor decir:- señores, no hay sub 23 por estos motivos- y explicarlos, sin temor al qué dirán, con absoluta claridad, aunque todos sepamos muy por dentro de nosotros, estamos matando la gallina de los huevos de oro.

Sí amigos, porque este tipo de celebración anual ha dejado importantes huellas a lo largo de muchos años, que se recuerdan de manera positiva,  y como una conquista del deporte revolucionario.

Otras muchas cosas pudiera escribir, pero prefiero no emborronar cuartillas, llamando a la rectificación y el análisis, oídos sordos que requieren de una audiometría de urgencia.

A este comentarista nada lo hace cambiar su parecer, el béisbol cubano necesita apoyo y manos que se extiendan para hacer realidad el futuro.