-Ahora si me voy a Bayamo en Coche-

Bayamo, la tierra de Perucho Figueredo y donde alcanzó la luz nuestro himno nacional, se estremeció de alegría el pasado miércoles de junio.

Entre prolongados y jubilosos aplausos, en el ya legendario Mártires de Barbados, ratifico su condición de Campeón de Cuba, GRANMA.

Con triunfo histórico sobre el aguerrido Matanzas, que se rubricó en siete peleados partidos de serie play off, los Alazanes orientales otra vez brillaron con luz propia en la pelota cubana.

Cuando todo parecía indicar la nave de Carlos Martí partía rumbo al naufragio, los caballos trotaron sin parar hasta aplastar los Cocodrilos que transitaban por el hermoso yurumí.

Tras cinco partidos, los matanceros  alcanzaron ventaja 3-2 en el enfrentamiento, pero los orientales entonces como home club, crisparon  sus puños y como machete afilado vencieron en los partidos finales de la serie.

Lo mismo que le paso a Pinar del Río ante Sacti Spíritis, fue una réplica con copia al carbón. Matanzas llegó con ventaja, solo necesitaba un triunfo para la coronación, pero cayó dos veces. Se le fue sexto y séptimo juego de las manos.

Felicitaciones a los monarcas, mantienen su hegemonía, suman dos sonados triunfos en Series Nacionales, que toda la afición reconoce.

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