Digo sí al buen beisbol; que me aleje de lo tóxico y fulminante

Qué pena viví este jueves, fue una vergüenza nacional no compatible con los principios enarbolados por El Barón Pierre de Coubertín, padre de los Juegos Olímpicos.

Más que un juego de béisbol matizado por atletas y selecciones de probada calidad, lo escuchado por la radio,  visto por televisión y la poderosa Internet, fue un trago de mal gusto.

Meditando en casa sobre este play off de Sancti Spíritis y Pinar del Río, me dije sin pensarlo dos veces: -si las cosas siguen como van tendremos que detener la celebración-.

Pelotazos tirados intencionalmente, ofensas verbales y de gestos, invitaciones grotescas a la afición para que se sumen a las faltas de respeto, todo eso se transmitió desde el estadio yayabero y para el mundo.

En nuestro país el deporte es cultura, amor y pasión, nada que mancille estos valores tiene un ápice de apoyo y simpatía popular.

Muy bien conocemos al pueblo espirituano y a los deportistas pinareños, son personas cabales y honorables, desde los atletas hasta los directivos, eso nadie lo duda.

Entonces mi pregunta: -qué está pasando pues desde el mismo comienzo del duelo entre las novenas espirituanas y pinareñas, el pasado 25, se respira un ambiente hostil en el estadio, que honra una gran  estrella, orgullo de la nación, José A. Huelga.

Toca ahora a la afición pinareña, sábado, domingo y lunes, con un comportamiento ejemplar y digno, en el estadio Capitán San Luis, cambiar una imagen que en nada se parece a nuestra gente, valores y principios.

Nuestro llamado es a no pifiar, hacer  de la fiesta muestra inequívoca y convincente de la disciplina de un pueblo.

Tanto de un equipo como de otro esperamos lo mejor, comenzando por los directivos, que están en la sagrada obligación de ser ejemplo de respeto, buenos modales y fraternidad deportiva.

Las chabacanerías vividas  son historia pasada, y serán vistas siempre como eso. Espirituanos y pinareños, la invitación es al juego  limpio y transparente.

Adelante el play off entre estos dos grandes conjuntos.