¡Jesús Montano, pongamos amor a la batalla y venceremos!
Hace pocas horas me hizo una llamada cargada de amor y amistad sincera, un abuelito que peina canas y que desde varias responsabilidades como activista, historiador, corresponsal y maestro del deporte, suma numerosos méritos.
Su comunicación fue para decirme lo siguiente: -Julio, tengo la COVID 19 estoy muy delicado de salud, mi vida está en peligro-. No lo oculto las lágrimas humedecieron mis ojos, y el corazón sentí aceleraba su profundo palpitar.
Reaccioné como un campeón, que hace suya la disputa de los 100 metros planos, en una confrontación olímpica: -Jesús Montano, no lo quiero afligido y triste confiemos todos en la ciencia médica y en diosito lindo. Únicamente así saldremos adelante.
El octogenario veterano de Arroyo de Mantua, en este momento que vive y siempre, tiene el cariño de todos los que una y otra vez, los sentimos como un verdadero patriarca generacional.
En manos del sistema de salud mantuano, hablo de prestigiosos médicos, enfermeras y otro personal del gremio, está la vida de un hombre consagrado al deporte.
Nada detendrá el combate, fuerza mi viejo amigo Jesús Montano, artífice de una obra que brilla como un sol. Usted sobrevivirá al embate, vivir para ver.
(Testimonio gráfiico de Arroyo de Mantua. Tomado de INTERNET)
0 comentarios