Nuestro boxeo pierde una de sus grandes estrellas
Durante las últimas horas el movimiento deportivo cubano guarda luto por la desaparición física del recio pegador pinareño José Luis Hernández.
Fue campeón de los Juegos Centroamericanos de 1982 en La Habana, y también salió victorioso en la lid amistosa de 1984, igualmente en suelo patrio.
Se vistió de héroe en importantes competencias europeas, entre ellas el Cinturón de Oro, de Rumania, la Copa Química de Halle, en Alemania y la competencia de Venecia, en Italia.
Hijo predilecto de la Escuela Cubana de Boxeo, alumno de reconocidos astros como Alcides Sagarra, Serbelio Fuentes y Juan -Morito Fernández-. El ídolo del occidental municipio de Guane, fue celoso guardián de una linda historia.
En la dotación cubana hizo de todo, desde atleta estelar, hasta entrenador, fisioterapeuta y un extraordinario ser humano.
A los 56 años lo sorprende la muerte y se apaga su vida, pero el legado está ahí en los niños que sueñan ser como José Luis Hernández, en familiares, amigos y todo un pueblo que desde el silencio y el respeto lo sienten vivo.
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