IV Clásico Mundial: el béisbol apunta y dispara contra sus enemigos
El IV Clásico Mundial llena de sorpresas el panorama beisbolero sobre la faz de la tierra, como para mostrar que la pelota no solo es patrimonio latino y caribeño. Qué bueno poder gritar a los cuatro vientos: " está viva y en juego".
Antes de empezar la gran celebración, con 16 equipos repartidos en cuatro grupos eliminatorios, estuvo en duda la continuidad de estos certámenes; sin embargo hoy no creo perduren los malos augurios. En honor a la verdad, crecen las simpatías por un deporte emblemático.
Israel, por ejemplo, asiste con una fuerte armada que ha dejado perplejo a los más experimentados. Sus atletas son de origen judío, aunque ciertamente, nacieron, crecieron y se desarrollaron en Estados Unidos.
De los 28 hombres que visten su uniforme, 27 son made in USA, y 16 están activos en las llamadas Grandes Ligas.
Pero que lo anterior no reste méritos a su brillante demostración, al interés mostrado por la federación israelí y el apoyo que hoy se observa en Tela vid para motivar la pelota entre los niños. A modo de resumen, es positiva esta actuación de los hebreos.
Otro tanto pudiera decir de Holanda, que camina por buen sendero, con una fuente inagotable de atletas caribeños, en su mayoría nacidos en las Antillas Holandesas. Con mis propios ojos durante una visita a Curazao (2003) comprobé todo lo bueno que se edifica allí a favor del béisbol.
Regreso a la América nuestra. Colombia ha dejado una muy grata impresión en este IV Clásico, ya aseguraron su inclusión en la próxima celebración. Puede estar feliz el mentor cafetero Pipe Urueta, de observar tanta gallardía, combatividad y compromiso entre sus deportistas.
Lejos de preocuparnos deben ser motivo de alegría muchas de las cosas que nos llegan del Clásico, y que son fuego de artillería pesada para los que apuntan y disparan contra el béisbol. No olvidemos que más de una vez este deporte ha sido amenazado y fustigado por el olimpismo.
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