Béisbol Cubano: el que siembra vientos recogerá tempestades
Me resisto a creer que la caída pueda ser tan estrepitosa; es imposible imaginar que la pelota en Cuba se desplome ante los ojos de todos y no hagamos nada por frenar el desastre.
Ahora, en la liga canadiense-americana, una victoria en cuatro salidas, y tres descalabros que abochornan y continúan echándole leña al fuego.
La polémica entre los aficionados dentro y fuera de la Isla, está acompañada de varias preguntas:
¿Qué le pasa a nuestro béisbol?
¿Será necesario remover sus propios cimientos?
¿Por qué no están los imprescindibles?
Más interrogantes pueden aparecer, pero las mencionadas son reiterativas.
Este comentarista considera que para fortalecer nuestro primer pasatiempo, es imprescindible romper viejos esquemas, establecer desafíos acordes con los tiempos que vivimos y convencernos, que tenemos diamante en bruto, pero restan otros ingredientes.
Otro detalle, que a nadie le tiemble las manos, es preciso cambiar lo que tenga que ser cambiado, incluyo a directivos de la pelota envejecidos por el paso del tiempo, y rebeldes a todo lo nuevo.
Es hora de llamar a los que son paradigmas de este deporte, y por razones absurdas los mantienen mirando los toros desde la barrera; esos son los que pueden y deben ocupar un espacio; son los imprescindibles.
No por ser pinareños los traigo a colación, Jorge Fuentes y Alfonso Urquiola, archivan suficientes méritos, que no desconoce la familia del béisbol cubano. Ellos pueden colaborar, están aquí vivitos y coleando, con una historia curricular, que se respeta.
Sí la Comisión Nacional, es la autora del aislamiento de Fuentes y Urquiola, y de otros compañeros, debe rectificar su posición; sembrar vientos significa recoger tempestades.
Actuando con serenidad, astucia y valor, sin miedo, saldremos adelante.
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