El enemigo no duerme: ¿acaso, somos su insomnio?
Este jueves Pinar del Rio cayó 10-2 frente a Matanzas, jugaron mal, salieron apagados.
En el primer tercio los cocodrilos hicieron las carreras, dos en el primero, seis en el segundo y dos en el tercero. Se bateo poco, solo cuatro hits. En los choques anteriores, igual, anduvimos mal madero en ristre.
Me preocupa que la polémica integración del equipo Cuba y la exclusión de peloteros pinareños, que deben estar en la nómina, desmotiven los muchachos y desestabilicen la armada.
Es momento de cerrar filas y empinarse como gigantes. Los tragos amargos soportados por Pinar del Rio, después de la integración de los equipos Cuba, son temas para escribir un libro de 400 páginas.
La proeza de nuestros muchachos, en esta 55 Serie, a alguien le pica. También sufren los reiterados triunfos de la provincia en la élite beisbolera nacional.
Hay que continuar saliendo a los terrenos con estirpe mambisa, no importa de dónde soplen los vientos y si son huracanados.
El enemigo no duerme, más de una vez he pensado, somos su insomnio.
A seguir mostrando la grandeza pinareña, sin un ápice de tristeza. Los que nos temen y nos apartan: que sufran nuestro gozo. ¡Ahora es cuando es!
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