Digamos ¡No! al deterioro de los buenos modales
Es lamentable que los estadios de béisbol se conviertan en espacios de malas enseñanzas, en casi toda Cuba. Algunos jóvenes y adultos que concurren a los mismos, son esponjas para absorber acciones grotescas, que están en contradicción con el modelo de enseñanza que defiende el país.
No pocas veces nuestros Medios de Comunicación,-con toda la razón del mundo-, han criticado ese legado negativo, que no surgió por estos días, pues desde hace varios años se manifiesta.
Es muy común escuchar en los estadios ofensas a peloteros, directivos de equipos y árbitros. Lo anterior dista de los valores que promueve la sociedad que construimos.
El fenómeno, va tomando vuelo y ya alcanza hasta la cotidianeidad cubana.
Pero el tema de la buena crianza y el trabajo de formación de valores, no es solo de aulas y maestros, el asunto pasa por otros ingredientes, que la sociedad debe asumir como suyos.
Evocamos manifestaciones negativas en escenarios deportivos, pero el tema es más abarcador. Vemos con asombro el elevado consumo de licor hasta por menores de edad; si revisáramos estadísticas de los últimos años, no dudo la multiplicación del problema.
Advierto, el alcohol deteriora la especie humana. No vea en su nocivo efecto, una solución a los problemas, y si una complicación segura.
Digamos ¡No! al deterioro de los buenos modales, fuera y dentro de las instalaciones del INDER y la sociedad cubana.
¡Practique deportes y será más feliz!
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