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VIDA, AMOR Y DEPORTE

Béisbol pinareño, estrellas que irradian luz

Béisbol pinareño, estrellas que irradian luz

En días pasados recorrí los campos de entrenamientos beisboleros de nuestra ciudad capital pinareña. En uno de ellos encontré al equipo sub 15 años, que dirige Arturo Echavarría (hijo). Un verdadero trabuco.

Esta selección participa en su campeonato nacional, y aparece entre las que mayor número de triunfos archiva. Los chicos están clasificados para la final, que será en mayo próximo, con seis conjuntos.

Desde un sitio que me permitió buena observación y pasar inadvertido, disfrute de la jornada de preparación, dirigida por un colectivo joven. No fue necesario investigar a fondo para  saber, que hay rigor y disciplina, entre atletas y entrenadores.

Como parte del acondicionamiento los técnicos llamaron a los bateadores. Un joven corpulento, con facilidad increíble, desapareció la pelota por el jardín central. El impacto fue serio, no pude evitar la exclamación: -y este chiquillo de donde salió-.

Un señor  con gorra del equipo Pinar del Rio, separado a solo tres o cuatro pasos de mi asiento responde: - ese muchacho es Fidel Linares, hijo de Juan Carlos,  sobrino de Omar y nieto del inolvidable patriarca de la familia. Aunque no dije una palabra,  por mi mente paso la expresión: -pa su escopeta, que carta de presentación-.

Después llegaron a la caja de bateo otros muchachos, que también me ayudo a identificar el Señor de la gorra. –Esos que vienen, Andy Pagés y Carlos Pelegrin, son jardineros, no los pierda de vista-.

La dinámica de los entrenamientos no se detiene, miro fijamente al área de picheo, y visualizo como penúltimo en la formación, a un joven que ya tiene historia. Lázaro Alberto Candelaria, lanza a la zurda, y ha trabajado tres juegos de cero hit y cero carrera, en lides nacionales. ¡Al fin te conocí campeón!

Hermosa experiencia haber dedicado tiempo y amor, a los beisbolistas,  y también al Señor de la Gorra, que todos llaman Pedro Bigote. Salgo de la instalación,  me marcho tranquilo, el futuro de nuestro primer pasatiempo está asegurado en Pinar del Rio.

 

 

 

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