Ningún juego se parece a otro: ¿qué pasará esta noche?
Es difícil comentar sobre el juego de ayer Matanzas- Pinar del Río, celebrado en el estadio Capitán San Luís. La razón, sencilla, el choque significó dolor y angustia para los aficionados locales, que aspiraban a un resultado favorable.
Nadie imaginó las 16 carreras yumurinas, once de ellas, en el octavo y noveno episodios. Tropieza con la misma piedra Alfonso Urquiola, el picheo se desplomó, solo Vladimir García, a medias, y Jesús Guerra, que lo hizo bien, sumaron puntos a sus historias.
Paradójicamente a lo que cavilen muchos, somos de la opinión, el resultado jamás podrá detener nuestro pensamiento positivo. La pregunta es: ¿solo vueltabajo ha sufrido esta devacle? claro que no. Todos los equipos aparecen marcados por la gloria y la tragedia, en un campeonato.
Ningún juego se parece a otro, en béisbol lo insólito no es casual, por un millón de razones.
Esta noche los “verde-amarillos” defenderán a Yosvani Torres, con todo el amor del mundo, olvidando el marcador desproporcionado de 16-7, página pasada de un libro leído.
Es preciso borrar del disco duro lo negativo, lo que lacera y deprime. Todo, debe ser reemplazado por nuevas energías, que hagan posible salir del momento malo.
Un resultado favorable este lunes, está en correspondencia con una actitud sicológica reconfortante, capaz de enterrar lo infernal, y abrir nuevos senderos en la batalla iniciada.
Ayer fue un juego, borrón y cuenta nueva, hoy seguro será otro. El béisbol es tan grande, por lo encantador que lo alimenta.
Que no se sorprenda nadie, si Matanzas esta noche, le faltan carreras y hits, para vencer a Pinar del Río. Nuestro compromiso es, volver al estadio y apoyar al multicampeón.
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Tomas Roberto cruz -