¡Habrá batalla cubana en Londres-2012!
Nuestro movimiento deportivo tiene un reto, que no es desconocido para especialistas, directivos, periodistas y la afición isleña, virtuosa por ese apoyo incondicional que ofrece a sus competidores.
Tratemos el tema con los pies sobre la tierra. En las últimas competencias olímpicas se observó un descenso cubano, que puede ser argumentado por hipótesis diferentes.
Este comentarista no pretende politizar el asunto, pero seria injusto dar la espalda cual ignorante salvaje, a varias verdades irrefutables, que los articulistas de medios internacionales, hoy pasan por alto.
Me pregunto. ¿Escapa el deporte nacional al bloqueo económico y financiero del enemigo imperialista? ¿Son ajenos al sector los cruentos años vividos de periodo especial? ¿Las limitaciones de todo tipo que enfrenta el país?
El peor ciego, es el que no quiere ver. Hay un enemigo poderoso a 90 millas que emplea toda su artillería pesada, para rendirnos por hambre, falta de medicamentos y otras muchas necesidades.
El mismo que utiliza el deporte como punta de lanza contra la Revolución, mediante garfios que ofrecen millones, para provocar éxodo y traición.
Esa son verdades que soplan a los cuatro vientos, y nadie podrá eclipsarlas.
Ahora bien, no resultan indiferentes al análisis estos aspectos, que de hecho preocupan. La delegación olímpica que viajó a Londres, es la más reducida presentada por Cuba en estas lides (110 atletas), inferior a la que compitió en China-2008 (165).
En el gigante asiático la isla tuvo un descenso, fue al lugar 28 con dos oros, 11 platas y 11 bronces. Cuatro años antes, en Atenas, alcanzó nueve doradas, siete plateadas y 11 bronceadas, para finalizar en el puesto 11.
Desde México 1968 en nuestras delegaciones olímpicas, han estado presentes deportes colectivos. Al Reino Unido, no clasificamos un equipo.
Lo anterior son realidades pero no lagrimas, a Londres-2012 vamos con la fuerza moral que nos asiste. En los escenarios deportivos habrá combate, y más de una vez se escucharán las notas gloriosas del himno nacional.
Si retomamos el reinado Latinoamericano, perdido en Beijing-2008 ante Brasil por diferencia de títulos, tendremos motivo para alegrarnos.
El gigante sudamericano se preparó bien para competir en Londres. Recordemos, dentro de cuatro años, organizarán la Olimpiada 2016.
Soy optimista. Sueño sin ser vencido por el insomnio, tengo absoluta confianza en el coraje de nuestros atletas. Esperemos pues.
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