Jugar en San Luis: ¿estuvo bien o mal?
Amor con amor se paga, es una conocida expresión con la que decidí comenzar este comentario.
Hospitalarios, disciplinados y cordiales, esa fue la imagen que percibí ayer de los habitantes del municipio San Luis, antes, durante y después del juego, entre los equipos Isla de la Juventud y Pinar del Río.
Creo estar tan cerca de la verdad como de mi propia respiración cuando afirmo: El error no fue jugar en el estadio Leopoldo Troche, el desliz radicó en programar un partido de los últimos del calendario, para una instalación de este tipo.
Quiero aprender a reirme de todo aquello imposible de cambiar, por ello en primera instancia, reconozco que el equipo visitante ganó en buena lid y en un escenario de idénticas condiciones para ambos contendientes.
No se cuántos aficionados responsabilizan a los directivos del béisbol, en esta provincia con la derrota, por no cambiar de sede, y no faltan tampoco los que aseguran en el "Capitán San Luis", otra hubiese sido la historia.
El tema de quién gana o pierde entra en la subjetividad, eso nadie lo puede predecir.
Este columnista piensa no era correcto, lógico y prudente privar a los sanluiseños del partido de béisbol, tras una prolongada espera y un esfuerzo de pueblo extraordinario, válido para poner su estadio excelente.
Me despojo de todo crítico interior que muchas veces nos juzga cruelmente, para reiterar el calificativo, excelente.
No hay motivos, entonces, para echarnos la cruz del mundo a nuestra espalda: se hizo lo digno y humano, jugar ante un público que mereció el espectáculo.
Saquemos las experiencias que el acontecimiento nos regala, por favor, nunca más sacar de nuestro escenario principal un partido de los últimos del calendario.
Por lo demás, no ofrezcamos importancia a lo que deja de tenerlo. Amar se demuestra con hechos, no con palabras.
El movimiento deportivo cumplió contigo San Luis.
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