Mis raíces

Julio y Tomasa son mis padres, el primero de ellos fallecido desde 1994 y la segunda vive y tiene 81 años, es limitada física. Ambos fueron alfabetizados en una histórica campaña que hizo realidad la Revolución y Fidel.

Nuestro origen, campesino y humilde, me hizo siempre ser un soñador. En Pons, pequeño poblado cercano al municipio de Minas de Matahambre, entre Amigos que siempre estimularon mi vocación e incrédulos y burlones, que tampoco faltaron, abrasé la idea de ser narrador deportivo.

No pocas personas en este mundo saben que soy un producto del proyecto social que hoy defendemos al precio de la vida misma.

La historia es bonita e interesante, pero resulta imposible contarla toda, faltaría tiempo y espacio. Los siguientes párrafos son necesarios.

A las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Cuba, agradezco todo lo que soy. Allí llegué con 16 años, me formaron, alentaron y brindaron las oportunidades necesarias para estudiar y superarme.

Uniformado del glorioso verde olivo me gradué de narrador comentarista deportivo.
Mis propios profesores comentaron en su momento no recordar algo similar, ejemplo los fallecidos maestros de narración y comentario Rubén Rodríguez y Boby Salamanca.

Otro que conoce muy bien esta historia, el Héroe Nacional del Trabajo y Premio Nacional del Periodismo José Martí, Eddy Martin, para satisfacción de todos, aun vive entre nosotros.

Y por último, algo que tiene que ver con mi vida, no tengo hermano, ni hermana, soy único hijo. Este es mi gran pesar, no haber conocido un amor tan puro y singular.