Lazarito y Roniel, son grandes y lo seguirán siendo

La familia del boxeo en Pinar del Río, vive momentos de alegría y nostalgia, por dos razones concretas, la primera, arrasamos en Hamburgo. Allí en el viejo continente, cuna de países de tradición pugilística se construyó la proeza.

Lo anterior es motivo para que nuestra provincia, y la Isla, disfruten plenamente. ¡Fueron cinco títulos mundiales! Por duodécima ocasión reyes del planeta, parece un sueño, capaz de hacer pedazos un hechizo.

Pero, ¿donde tenemos los pinareños la piedra dentro del zapato? que casi nos impide caminar. No hay dudas, en los fracasos de Lázaro Álvarez y Roniel Iglesias, en las divisiones de 60 y 69 kilogramos.

El ligero del tabacalero San Juan y Martínez, archiva en vitrinas tres reinados en estas celebraciones, y fue en busca del cuarto (Lazarito), y el walter del municipio Pinar del Río (Roniel), en Londres-2012 tocó el cielo con sus manos al titularse bajo los cinco aros. Ahora se consideraba entre los favoritos.

Señores, no permitamos que el dolor lacere el alma, ambos fueron medallistas de plata en suelo alemán, y siguen sonando fuerte en Cuba y el mundo. La carrera deportiva de ambos puede ser material de estudio para las presentes y futuras generaciones. Son grandes y lo seguirán siendo.

No siempre se puede ganar la presea de oro, y es necesario comprenderlo, máxime en una justa que agrupó 74 naciones y 260 boxeadores. Alcanzar el podio no es tarea fácil y siete de los nuestro lo hicieron realidad. A todos, se le reconoce y admira.

En resumen, disfrutemos de esta sonada victoria, por que a no dudarlo repetirla no es un imposible, pero traerá consigo marchas y contra marchas, luces y sombras.

Cinco de oro y dos de plata en Hamburgo 2017, gloria a la escuela cubana de boxeo y a todos los que han puesto su granito arena a favor de este rotundo éxito.