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VIDA, AMOR Y DEPORTE

Unas líneas desde el deporte

Unas líneas desde el deporte

La Habana.- «AUNQUE algunos pretenden negarlo, el deporte en Venezuela se ha convertido en estos 11 años de Revolución en una verdadera alternativa de realización nacional.»

La afirmación ocupó espacios en la prensa el 5 de marzo del 2010, cuando una vez más el Comandante Hugo Rafael Chávez patentizó su amor por la actividad física y la prioridad asignada a esta por la Revolución bajo su mando.

«Los logros obtenidos por los deportistas venezolanos no son producto de la casualidad sino el reflejo del nacimiento de una patria nueva», aseveró en otra oportunidad.

«Hay que recordar que hacer deporte es hacer patria, eso es elemental, y hacemos patria nueva a través de un deporte nuevo», añadió el hombre que falleció hace hoy dos años.

Los conocedores de su pasión por el béisbol saben que solo la decisión de entregarse a la lucha por el mejoramiento humano fue más fuerte que la aspiración de brillar como lanzador, y le recuerdan saliendo a un terreno cada vez que pudo, incluso en medio de muchas obligaciones.

Gracias a su empeño puede hablarse de un antes y un después en ese frente, no solo a nivel de alto rendimiento, porque la obra llegó a todo el territorio, fomentando un concepto inclusivo al alcance de las mayorías.

«Siempre tenía algo que decirnos, estaba pendiente de todos los detalles», recordó una exfuncionaria del ramo. «Amaba y conocía muy bien el deporte. No solo invirtió en la formación, sino también en infraestructura, así como en la reivindicación de las glorias deportivas», puntualizó.

No por casualidad nació en el 2006 el Ministerio del Poder Popular para el Deporte, que afianzó la actividad en el país y su figuración internacional, y se promulgó en el 2011 la Ley Orgánica de Deporte, Actividad Física y Educación Física, que garantiza los derechos y deberes de los atletas venezolanos.

Gracias a su interés surgió además la Misión Barrio Adentro Deportivo, beneficiaria de millones de personas como parte de los convenios con Cuba, y se concretó la Fundación Glorias del Deporte, para rescatar del olvido a deportistas que le dieron satisfacciones al país.

«Hugo era un fanático del béisbol y su equipo siempre fue el Magallanes. En casa de mamá Rosa no había televisor y él escuchaba los juegos por radio. Él se imaginaba las jugadas. Su ídolo siempre fue El “Látigo” Chávez, porque además de llevar su mismo apellido era zurdo igual que él”, relató alguna vez su primo Adrián Frías.

Sin embargo, no cumplir el sueño eterno de emular al “Látigo” Chávez nunca lo frustró. Un día él mismo le rogó a su ídolo que lo perdonara por abandonar el camino hacia las Grandes Ligas, porque se imponía el deber supremo con la patria.

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