El deporte evita secuelas invalidantes: lo afirma Cuba

Nuestro proyecto social  tiene entre sus principales retos, no desmayar un instante en la noble iniciativa de incorporar a la  vida, personas con discapacidad, no importa cual pueda ser.

Hasta el enemigo de siempre, junto a otras prestigiosas instituciones mundiales, saben que Cuba, invierte millones de dólares y otros recursos, en insertar estas personas  a la cotidianidad.

De lo anterior hay pruebas irrefutables, la actividad física es una. Afirmo con toda seguridad, que el deporte es,  uno de los tantos derechos garantizados para los cubanos, sin costo alguno, a través de las diferentes Asociaciones (son tres).

Nuestros discapacitados asaltan los tronos Olímpicos y Mundiales, gracias  al nivel de prioridad que les ofrece el país, pues tienen los mismos derechos a la preparación que los atletas convencionales.

No le faltan los médicos, sicólogos, entrenadores de primer nivel y los adelantos científicos y técnicos, que hoy exige un resultado en la alta competición.

En fecha reciente el nadador paralimpico cubano Lorenzo Pérez, doble medallista en los Juegos de Londres-2012, reconoció el apoyo recibido para hacer realidad su sueño.

El propio recordista de América en 50, 100 y  400 metros libres, recordó el respaldo recibido en su proceso de rehabilitación, tras un accidente sufrido en el 2005, que lo limitó  para siempre.

Este 3 de diciembre, Día del Discapacitado, para los cubanos es canto de amor y alegría, pues  nos seguimos empinando en preservar la calidad de vida de todas esas personas, que hombro con hombro, y muy junto a nosotros, batallan y triunfan.

Es una buena fecha para amplificar al mundo, que por las propias  experiencias cubanas, esta mostrado que el deporte evita secuelas invalidantes permanentes.