Falleció Raúl –El Polo- Álvarez

La noticia  nos impacto a todos: Falleció Raúl –El Polo- Álvarez. Su muerte nunca será  pasaje a lo desconocido, porque las glorias del deporte, como este lanzador del norteño municipio Minas de Matahambre, perduran  toda la vida.

Lo recuerdo inmenso sobre  el montículo, gallardo y corajudo. Al –Polo- nunca le temblaron las piernas, jamás,  el moreno de Santa Lucia, no creyó ni en la tanda del terror industrialista. Era hombre de convicción, capaz de otorgarlo todo en cada salida al  box.

En tiempos que nuestros equipos ocuparon espacios sotaneros, cuando terminábamos con 12 victorias  una temporada de 90 juegos, cuando ganar era un imposible, Raúl Álvarez, más de una vez convirtió el dolor en alegría.

En  la VIII Serie Nacional, el 10 de diciembre de 1968, se convirtió en el primer serpentinero de vueltabajo y noveno de Cuba, en trabajar un juego de cero hits y cero carrera. El derrotado entonces fue Camagüey.

Durante siete campañas se creció entre los diamantes, hasta llegar a 532 episodios de actuación y concluir su historia con 31 triunfos y 34 derrotas, con promedio de limpias  de   2,91. Con los equipos pinareños de la época, no era fácil la tarea.

Es imposible desligar la obra construida por este atleta, a los valores que cobijaron su existencia. Lo recordaré siempre  sencillo, humilde e inmortal, como los grandes que suben sin detener la marcha, porque sienten  lo que aman.

Este domingo el pueblo minero sembró en el campo santo un árbol, que germinará frondoso, pues los hombres como Raúl –El Polo- Álvarez, no se encuentran a la vuelta de la esquina, y mucho menos aparecen ante el alcance de la mano.

Con el aprendí, que la vida siempre cuesta un poco más,  y que solo existe la derrota para los que dejan de luchar. Adiós –Polo- estar vivo es casi un milagro, es mucho más normal la muerte.